lunes, 4 de junio de 2012

Liderazgo y gestión y de los candidatos


Las capacidades de gestión y de liderazgo no son dos conceptos intercambiables. Un buen líder no tiene por qué ser necesariamente un buen manager y viceversa. Mientras que las cualidades del liderazgo se basan sobre todo en los rasgos de la personalidad, las de la gestión están vinculadas principalmente a las competencias y el conocimiento técnico. Es esencial tener conciencia de estas dos dimensiones para evaluar correctamente la capacidad de liderazgo de sus candidatos en la selección de sus RRHH.
Un buen manager debe saber definir estrategias, procesos y prioridades, además de poner en marcha acciones para lograr el éxito... Pero estas cualidades no hacen a un buen líder. El liderazgo se mide mediante la capacidad de gestionar a un grupo hacia un objetivo común sin presión, motivando y uniendo al equipo, y transmitiendo entusiasmo. Un estudio reciente realizado por Central Test señala también los tres rasgos de la personalidad más representativos de un buen líder: el optimismo, la necesidad de superación y la capacidad de mirar al futuro. Éstas son cualidades intrínsecas interesantes pero difíciles de evaluar sin una hábil combinación de métodos.
Todo comienza con el CV
Las experiencias profesionales, las responsabilidades y los logros extra-profesionales de un CV pueden arrojar luz en cuanto a la capacidad de liderazgo del candidato. Pero no se debe limitar el escrutinio exclusivamente al análisis de CV. Debido a que algunos candidatos inflan su historial de experiencias para aparentar ser un candidato mejor, este primer estudio de la selección del rrhh se debe complementar con la realización de tests.
No un único test, sino varios
Es necesario obtener información mediante un test de personalidad para evaluar correctamente la capacidad de liderazgo. En función del perfil del candidato, será posible optar por un test de personalidad general o un test destinado a los managers ya en ejercicio. Para aumentar el grado de profundidad del análisis, resulta interesante complementar el test de personalidad con un test de inteligencia emocional. Éste le permitirá descubrir las actitudes del candidato, al tiempo que revelará factores como su capacidad de asertividad, auto-motivación y optimismo.
No un único test, sino varios
Una puesta en situación para una mejor interpretación
Una vez que se dispone de los resultados, sólo falta profundizar en los mismos. Para ello, mediante las entrevistas con los candidatos y la puesta en situación, se puede interpretar correctamente las capacidades de liderazgo del candidato. Las puestas en situación en grupo son especialmente interesantes, ya que permiten observar cómo interactúan los candidatos. El líder ideal será el que sepa dirigir mejor al grupo hacia una solución común sin tratar de imponerse.

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