Las capacidades de gestión y de
liderazgo no son dos conceptos intercambiables. Un buen líder no tiene por qué
ser necesariamente un buen manager y viceversa. Mientras que las cualidades del
liderazgo se basan sobre todo en los rasgos de la personalidad, las de la
gestión están vinculadas principalmente a las competencias y el conocimiento
técnico. Es esencial tener conciencia de estas dos dimensiones para evaluar
correctamente la capacidad de liderazgo de sus candidatos en la selección de
sus RRHH.
Un buen manager debe saber definir
estrategias, procesos y prioridades, además de poner en marcha acciones para
lograr el éxito... Pero estas cualidades no hacen a un buen líder. El liderazgo
se mide mediante la capacidad de gestionar a un grupo hacia un objetivo común
sin presión, motivando y uniendo al equipo, y transmitiendo entusiasmo. Un
estudio reciente realizado por Central Test señala también los tres rasgos de
la personalidad más representativos de un buen líder: el optimismo, la
necesidad de superación y la capacidad de mirar al futuro. Éstas son cualidades
intrínsecas interesantes pero difíciles de evaluar sin una hábil combinación de
métodos.
Todo comienza con el CV
Las experiencias profesionales, las
responsabilidades y los logros extra-profesionales de un CV pueden arrojar luz
en cuanto a la capacidad de liderazgo del candidato. Pero no se debe limitar el
escrutinio exclusivamente al análisis de CV. Debido a que algunos candidatos
inflan su historial de experiencias para aparentar ser un candidato mejor, este
primer estudio de la selección del rrhh se debe complementar con la realización
de tests.
No un único test, sino varios
Es necesario obtener información
mediante un test de personalidad para evaluar correctamente la capacidad de
liderazgo. En función del perfil del candidato, será posible optar por un test
de personalidad general o un test destinado a los managers ya en ejercicio.
Para aumentar el grado de profundidad del análisis, resulta interesante
complementar el test de personalidad con un test de inteligencia emocional.
Éste le permitirá descubrir las actitudes del candidato, al tiempo que revelará
factores como su capacidad de asertividad, auto-motivación y optimismo.
No un único test, sino varios
Una puesta en situación para una mejor
interpretación
Una vez que se dispone de los
resultados, sólo falta profundizar en los mismos. Para ello, mediante las
entrevistas con los candidatos y la puesta en situación, se puede interpretar
correctamente las capacidades de liderazgo del candidato. Las puestas en
situación en grupo son especialmente interesantes, ya que permiten observar
cómo interactúan los candidatos. El líder ideal será el que sepa dirigir mejor
al grupo hacia una solución común sin tratar de imponerse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario