lunes, 4 de junio de 2012

La personalidad y el rendimiento del personal


En la selección de personal aaunque la evaluación de la personalidad de los candidatos se ha convertido en una práctica habitual entre numerosas empresas, pocas de ellas establecen una relación directa entre la personalidad y el rendimiento laboral.
Al igual que la motivación, la inteligencia o la experiencia, la personalidad es un indicador de éxito para saber si el candidato es acorde al puesto vacante. Pero, ¿en qué medida influye la personalidad en el rendimiento.
La personalidad no explica por sí misma el rendimiento, "pero en ciertos rasgos específicos existe una relación", explica Patrick Leguide (fundador de Central Test). La personalidad "desempeña también un papel esencial en el rendimiento futuro". En realidad, todos disponemos de rasgos de la personalidad, factores estables que influyen en nuestro forma de percibir el mundo y de reaccionar en función de los acontecimientos, "rasgos que explican por qué estamos más o menos cómodos en ciertos contextos y, en consecuencia, rendimos mejor o peor", comenta Patrick Leguide.
Desde este enfoque, también resulta fundamental preguntarse qué tipo de rendimiento esperamos en términos de resultados operativos, calidad del servicio o colaboración en equipo.
Meticulosidad y rendimiento
La teoría del Big Five, modelo de la personalidad que ha sido objeto de un amplio consenso entre la comunidad científica, ha facilitado el análisis de las relaciones existentes entre la personalidad y el rendimiento laboral. Esta teoría identifica cinco rasgos principales de la personalidad: la apertura, la conciencia (o meticulosidad), la extraversión, la afabilidad y el nerviosismo (opuesto a la estabilidad emocional).
"Los estudios de Barrick y Mount en 1991 también pusieron en relieve de una forma general, independientemente del puesto y el cargo, que la dimensión meticulosidad es la más relacionada con el rendimiento", subraya el fundador de Central Test.

El resto de rasos Big Five también son importantes
El resto de los rasgos de la personalidad, tales como la estabilidad emocional, la extraversión o la apertura, también pueden influir en el rendimiento profesional, "todo depende entonces del cargo y el contexto". Así pues, la apertura muestra la facilidad para formarse, lo que en ciertos cargos puede reflejar la garantía de un rendimiento futuro. Del mismo modo, "la estabilidad emocional mejora el rendimiento laboral en equipo y la extraversión, para ciertas facetas como el poder de influencia, facilita le liderazgo" ejemplifica Patrick Leguide*.

Afinar el análisis de la personalidad y del cargo
Para definir las relaciones entre la personalidad y el rendimiento, debe analizarse en detalle el perfil del cargo y la personalidad. De este modo, actualmente se estudian con lupa ciertos rasgos de la personalidad más específicos del contexto profesional en algunos test de personalidad con el Perfil PRO-R o el CTPI elaborados por Central Test. Como ejemplo, el rasgo "determinación / exigencia" (opuesto a "afabilidad" en la teoría del Big Five) es un indicador clave a la hora de evaluar las capacidades de negociación y dirección.

La personalidad como indicador
"Si la personalidad es un indicador del rendimiento, igualmente importante es tener en cuenta los recursos y las estrategias de la persona", insiste el fundador de Central Test. "Por ejemplo, una persona que no tiene facilidad para actuar frente a situaciones de conflicto puede ser consciente de ello y buscar la forma de superarlo para poder rendir mejor en el futuro".

El hecho de interesarse por la personalidad ayuda a detectar el potencial y el rendimiento futuros. Se debe analizar la personalidad como complemento a otros criterios, "es fundamental estudiar los elementos conjuntamente y analizar paralelamente las motivaciones, los intereses y las experiencias profesionales del candidato", recomienda finalmente Patrick Leguide.




No hay comentarios:

Publicar un comentario